El paisaje mendocino está claramente diferenciado por una serie de relieves que incluyen formaciones montañosas, planicies, llanuras y depresiones. Es justamente la conjunción del relieve con el clima, lo que permite una rica oferta de pisos altitudinales con diversas condiciones agroecológicas.
En Mendoza se distinguen seis cuencas hidrográficas de régimen permanente, las cuales llevan el nombre de los principales ríos en la Provincia. Estas cuencas son administradas por el DGI y a cada una de ellas, le corresponde una Subdelegación de Aguas.
PRINCIPALES CUENCAS HIDROGRÁFICAS
Exceptuando los ríos Grande y Barrancas, que forman el Colorado (límite con la Provincia del Neuquén), toda la red hidrográfica fundamental del territorio mendocino corresponde a la cuenca del río Desaguadero, hallándose conformada, de Norte a Sur, por los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel.
En todos los casos se trata de ríos que nacen en la zona cordillerana, de régimen netamente nival, regulares en lo que hace a la estacionalidad de los caudales máximos (en épocas de deshielo) y de los estiajes, en que sus aportes son mínimos; pero muy irregulares respecto de la permanencia de los caudales a lo largo del año y de un año a otro. Todos los ríos mencionados vuelcan en el cauce del río Desaguadero-Salado.
La siguiente descripción de cuencas, tiene en cuenta solamente el límite provincial:
Cuenca del río Mendoza
Desde el punto de vista de la división política, la cuenca del río Mendoza comprende los departamentos de Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Maipú, Las Heras, Lavalle, Luján de Cuyo y parcialmente San Martín. La cuenca limita al Sur con la cuenca del río Tunuyán, al Oeste con la cordillera de los Andes, al Este con la llanura desértica y al Norte con la cuenca del río San Juan. Ocupa una superficie total de 19.553 km2.
El río Mendoza nace en la cordillera de los Andes, al Noroeste de la provincia, recorriendo unos 273 km, desde la confluencia de los ríos Vacas, Cuevas y Tupungato (que constituyen sus principales afluentes), hasta las Lagunas del Rosario, en su límite Norte.
Asimismo, el agua subterránea abarca una superficie aproximada de 22.800 km2, compartida al Este del río Mendoza, con el río Tunuyán. El río Mendoza infiltra aproximadamente el 16% de su caudal, mientras el resto es distribuido para riego y otros usos.
Cuenca del río Tunuyán
Desde el punto de vista político, la cuenca del río Tunuyán comprende los departamentos de Tunuyán, San Carlos, Tupungato, Rivadavia, Junín, San Martín, Santa Rosa y La Paz. Por el Norte limita con la cuenca del río Mendoza, al Este con el río Desaguadero y al Sur con la cuenca del río Diamante. La cuenca del río Tunuyán abarca una superficie de 18.954 km2, en la zona Centro Norte y Centro de la provincia de Mendoza.
El río Tunuyán nace en la Cordillera de los Andes, en los ventisqueros del volcán Tupungato, recorre alrededor de 370 km desde el río Palomares hasta el río
Salado. Este río da origen a dos oasis: Tunuyán Superior y Tunuyán Inferior. El desarrollo de éstos trajo como consecuencia una división del uso de los recursos hídricos que se completa a partir de la construcción del dique derivador Valle de Uco.
Este dique se usa para el riego de las zonas altas y el dique derivador Gobernador Benegas, para el de las zonas bajas.
Desde el punto de vista del agua subterránea, también existe una división, pero en este caso de forma concreta. El denominado Tunuyán Superior presenta un acuífero confinado, totalmente separado del Tunuyán Inferior, que comparte el acuífero con la sección Noreste de la cuenca del río.
Cuenca del río Diamante
Desde el punto de vista de la división política, la cuenca del río Diamante comprende los departamentos de San Carlos, San Rafael y General Alvear. Si bien una parte de la cuenca abarca el territorio de San Carlos, y otra pequeña porción el de General Alvear, el oasis irrigado propiamente dicho pertenece mayoritariamente al Departamento de San Rafael. Limita al Oeste con la cordillera principal, que separa Argentina de Chile. Por el Norte limita con la cuenca del río Tunuyán, al Este con el río Salado y al Sur con la cuenca del río Atuel. La cuenca del río Diamante abarca una superficie aproximada de 12.523 km2.
El río Diamante tiene sus cabeceras en los complejos glaciares de la Cordillera principal y Frontal. Ese campo de alimentación es, en realidad, indirecto, ya que los arroyos de deshielo allí formados caen a la extensa hoya de Laguna del Diamante (Departamento San Carlos), de donde salen los regulados caudales que originan el Diamante Superior. Escurre hacia el Sur hasta recibir su principal afluente (Río Borbollón) y desde allí se dirige hacia el Sudeste describiendo una amplia curva. Luego ingresa al Departamento de San Rafael (a la altura de la Presa “Agua del Toro”), siguiendo posteriormente su curso hacia el Noreste. Pasa por el Sur de la ciudad de San Rafael, se dirige hacia el Este y desemboca ocasionalmente en el río Salado (límite con la provincia de San Luis), recorriendo en total 340 km.
El agua subterránea abarca una superficie aproximada de 8.000 km2, compartida entre los ríos Diamante y Atuel. Se estima que infiltra aproximadamente el 6% de su caudal en zona de acuífero libre, mientras el resto es distribuido para riego y otros usos.
Cuenca del río Atuel
Desde el punto de vista de la división política, la cuenca del río Atuel comprende los departamentos de San Rafael, General Alvear y Malargüe. Limita al Norte con la cuenca del río Diamante, al Sur con la cuenca del río Malargüe y parte de la cuenca del río Grande, al Oeste con la República de Chile y al Este con las provincias de San Luis y La Pampa. La cuenca del río Atuel, se encuentra ubicada en el extremo Sur de la provincia de Mendoza, con una superficie de aproximadamente 29.721 km2.
El río Atuel tiene una longitud aproximada de 417 km desde su nacimiento en los faldeos submeridionales del Paso de las Leñas. En el Rincón del Atuel sale a la planicie y luego de acercarse al Diamante, su cauce se dirige con dirección Sureste, hacia la provincia de La Pampa, al encuentro del Salado, abriendo varios brazos, en la zona conocida como los Bañados del Atuel.
El agua subterránea abarca una superficie aproximada de 8.000 km2, compartida entre los ríos Diamante y Atuel. Se estima que infiltra aproximadamente el 6% de su caudal en zona de acuífero libre, mientras el resto es distribuido para riego y otros usos.
Cuenca del río Malargüe y Laguna de Llancanelo
Desde el punto de vista de la división política, la cuenca del río Malargüe comprende el departamento de Malargüe y una pequeña porción del departamento de San Rafael. Limita al Sur con las cuencas del río Grande y río Colorado, al Oeste con la cordillera de los Andes, al Este con la provincia de La Pampa y al Norte con la cuenca del río Atuel. Ocupa una superficie total de 11.146 km2.
Tiene una longitud aproximada de 73 km, desde su nacimiento en el río Torrecillas hasta la Laguna de Llancanelo.
El agua subterránea del área de estudio, cuya cuenca está conformada por los aportes de los ríos Salado, Atuel y Malargüe, abarca una superficie aproximada de 5.200 km2. Los ríos y arroyos que aportan a este acuífero subterráneo son producto del derretimiento de las nieves y glaciares en la alta montaña. Se calcula que infiltran aproximadamente el 25% de sus caudales.
Esta cuenca constituye la única endorreica de la provincia. El llamado Bajo de Llancanelo es producto del hundimiento por compensación cuando se elevaron Los Andes. El humedal de la Laguna de Llancanelo constituye un importante reservorio de avifauna es un lugar de reproducción y cría de aves residentes, además de refugio de especies migratorias.
Cuenca del río Barrancas, Grande y Colorado
Los principales confluentes del río Colorado son los ríos Grande y Barrancas. El primero le aporta la cuarta quinta parte del caudal y es originado por la unión de los ríos Tordillo y Cobre.
El río Grande comienza su recorrido con rumbo Sur, hasta recibir el arroyo Los Ángeles; presentando luego un curso con varios cambios de dirección hasta que se une con el río Barrancas, en el lugar denominado Agua de la Leona. Es el más caudaloso de la Provincia y vuelca íntegramente sus aguas al río Colorado. En los 230 km de su recorrido no cuenta con obras destinadas a su aprovechamiento, existiendo diversos proyectos para ello.