Mendoza, sus ríos y la red de distribución que origina nuestros oasis
Mendoza se encuentra en una zona caracterizada por la aridez. Las lluvias sólo se producen en primavera y verano con un promedio anual muy escaso. Sus ríos y arroyos nacen, casi en su totalidad, de la fusión de las nieves y glaciares ubicados en la Cordillera de los Andes. Por ello, la cantidad de agua para todos los usos depende de los aportes que realiza el deshielo de alta montaña y del agua que se infiltra formando depósitos subterráneos.
De acuerdo a las necesidades de cada época y a las tecnologías disponibles, se construyeron las obras necesarias para aprovechar con la mayor eficiencia posible el recurso hídrico. Captar, embalsar, aprovechar la energía, conducir, distribuir, regular y regar, son algunas de las acciones que día a día permiten que el agua llegue a destino de manera equitativa, en calidad y oportunidad, para enfrentar los desafíos del cambio climático.