Las altas temperaturas que se registran en nuestra provincia hacen que muchas personas (sobre todo jóvenes) busquen alternativas de refrescancia en cauces que no son aptos para el uso recreativo, ocasionando no sólo grandes deterioros en la red hídrica, sino también provocando tragedias que podrían ser evitables.
Bañarse en cauces de riego está prohibido y existen legislaciones en Mendoza que lo penan. La Ley 8784 sanciona el uso indebido y pena con trabajo comunitario a quienes se bañen en canales de riego, represas, diques derivadores y cualquier obra hidráulica de la Provincia. (Ante una emergencia o denuncia se debe llamar al 911).
A lo largo de la temporada de verano, todos los años, el personal de las Subdelegaciones de Aguas del Departamento General de Irrigación y de las Inspecciones de Cauce realizan constantes rondines por las zonas de mayor confluencia de bañistas para evitar esta habitual práctica de refrescarse en lugares en los que no está permitido hacerlo, e invitar a la toma de conciencia de toda la ciudadanía a fin de que se persista de efectuarla.
Mendoza cuenta con 38 diques y más de 12 mil km de canales, muchos de ellos en propiedades privadas, por lo que se hace necesario que la ciudadanía en general tome conciencia de los riesgos que implica bañarse en los cauces, ya que en la mayoría de los casos es imposible contar con la ayuda y auxilio inmediato.
Se recuerda que está prohibido bañarse en los espejos de agua y cauces que no se encuentren habilitados para tal fin, como los embalses y diques Potrerillos, Cipolletti, Agua del Toro, El Tigre y Valle Grande.