Este viernes a la noche falleció Rubén Delfor Guarise y el Departamento General de Irrigación lo despide, recuerda y reconoce como un hombre con una gran capacidad de trabajo y visión a futuro que durante cinco períodos consecutivos (1999-2018) condujo la Inspección de Cauce Montecaseros, en la cuenca del río Tunuyán Inferior. Previamente, en 1995, había sido elegido Primer Delegado.

Guarise tenía 84 años y estaba casado con Rosa Loreto, con quien tuvo tres hijos: Walter, Mario y Silvia. Sus grandes pasiones eran su vivero, la actividad vitivinícola y el sistema hídrico de Mendoza, que explicaba con pasión a los estudiantes de la zona que visitaban la Inspección.

La preocupación por los conocimientos de los chicos sobre el agua, su Fe religiosa y su arduo trabajo fueron tres de sus principales y más fuertes características. Durante su gestión;la Inspección Montecaseros creció en infraestructura. A la par de los obreros construyó un salón, un galpón común y otro de máquinas, además de un auditorio que desde el 2018 lleva su nombre. También compró máquinas y fue precursor de la modernización del cuadro de turno, de su informatización, al tiempo que promovió la descentralización del manejo del agua subterránea. Su Inspección fue la primera en hacerlo.

También fue un fiel defensor de las obras por administración, las que ejecutan las Inspecciones de Cauce. Él mismo diseñaba, modificada y ayudaba a construir bloques de hormigón armado que fabricaban todo el año en la Inspección, para que en la corta anual de agua solamente restara ensamblarlos.

Pero no sólo obras dejó Guarise en la Inspección Montecaseros. En el frente se puede observar una bella imagen de la Virgen de la Carrodilla con su carro, la misma que después de hacer restaurar hizo que paseara por las calles de la Capital mendocina en festejos vendimiales e incluso en Buenos Aires, en eventos patrios.

Este viernes se fue un trabajador nato, un ejemplo para muchos, sobre todo para quienes tienen responsabilidad en el manejo del agua en Mendoza.